En esta etapa los alumnos son atendidos con la misma atención que en sus hogares en aquellos aspectos materiales necesarios en su edad (alimentación, higiene, sueño…).
Además, comienzan a recibir los estímulos necesarios para iniciarse en el movimiento, en la comunicación y otros aspectos que prepararán las primeras etapas educativas.
Todo ello contribuye a que los pequeños desarrollen la autonomía, la autoestima y la seguridad adecuadas para el inicio de un aprendizaje global de forma activa.